
Dolor óseo o en extremidades
Es un dolor profundo y localizado que se siente directamente en el hueso de un brazo o una pierna. A diferencia del dolor muscular, puede ser constante incluso en reposo.
Descripción
El dolor óseo es una forma de dolor profundo, penetrante o sordo, que el paciente localiza específicamente en un hueso, a diferencia del dolor muscular o articular. Puede estar presente tanto en movimiento como en reposo, e incluso empeorar por la noche. Según la revista médica 'The Lancet', es fundamental investigar el dolor óseo persistente, ya que, si bien puede deberse a una lesión traumática como una fractura, también puede ser un síntoma de condiciones metabólicas o, en casos más serios, de procesos infecciosos o neoplásicos en el hueso. Su carácter y persistencia son claves para el diagnóstico.
Causas
- Traumatismos (fracturas, fisuras)
- Infecciones óseas (osteomielitis)
- Sobrecarga (fracturas por estrés)
- Interrupción del suministro de sangre (osteonecrosis)
- Enfermedades que afectan la densidad o estructura del hueso
Condiciones Relacionadas
- Fracturas óseas
- Osteoporosis con fracturas por fragilidad
- Tumores óseos (primarios o metastásicos)
- Infecciones severas
Consejos de Manejo
- Mantener una dieta rica en calcio y vitamina D
- Realizar ejercicio regular para fortalecer los huesos
- Evitar actividades que empeoren el dolor
- Aplicar calor o frío según la causa del dolor
- Buscar atención médica si el dolor persiste
- No ignorar el dolor óseo persistente
Complicaciones
- Progresión de una infección
- Colapso de un hueso por necrosis
- Avance de una enfermedad sistémica
- En el caso de una fractura no diagnosticada, puede llevar a una mala consolidación
Síntomas
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